Hoy vamos a hablar de algo que consideramos muy importante a la hora de bailar kizomba: disfrutar del baile y transmitirlo. A muchos nos pasa que nos concentramos tanto o estamos pensando en qué pasos hacer (en el caso de los chicos) o en lo que está haciendo el chico para seguirle (en el caso de las chicas), que nuestra cara se pone muy seria. Tanto, que visto desde fuera da la sensación de que no estás disfrutando lo que estás haciendo, aunque en el fondo puede que estés pasándotelo como un enano.
En nuestra opinión es importante hacer ver (especialmente a la pareja con la que bailamos), que estamos disfrutando de ese momento. Transmitimos algo totalmente diferente si estamos serios bailando, que si estamos relajados y sonriendo.
Adeline Suedois es un claro ejemplo de alguien que disfruta bailando, de hecho cuando ves sus vídeos esa calma y esa felicidad se te transmiten y lo acabas sintiendo.
Hay muchos bailarines que bailan genial, pero que cuando bailas con ellos tienen un gesto en la cara tan serio que percibes que están a veces más enfocados en hacerlo todo técnicamente bien, que en disfrutar de la canción. Y puede que estén recreándose con ella y sintiéndola profundamente, pero eso no se aprecia desde fuera.
De hecho, preferimos bailar con alguien que técnicamente sea de más bajo nivel pero que nos transmita que está percibiendo el baile, sintiéndolo y disfrutando conmigo, que bailar con alguien técnicamente mejor con la que poder hacer cualquier paso pero que transmita felicidad o sentimiento.
Nosotros seguimos trabajando en dejar de poner cara seria, al fin y al cabo creemos que es porque estamos tan concentrados en hacerlo bien, que no nos dejamos llevar y disfrutar más de la canción en sí. Desde hace un tiempo intentamos relajarnos más, respirar más y disfrutar con cada canción, y eso creo que se nota en nuestra cara.
Espero que te haya gustado este artículo y que sigas disfrutando de bailar Kizomba (con la cara que quieras, jeje).
Saludos kizomberos
*Fotografías extraídas de We Love Kizomba realizadas por Fran Calderón.
Deja una respuesta