¿No te ha pasado nunca que has empezado a bailar con alguien y has imaginado su forma de ser?
Es increíble cómo el baile, al ser una forma más de expresarnos, lleva con ello nuestra personalidad. A continuación os presentamos algunos de los perfiles típicos que se pueden detectar cuando bailamos Kizomba con alguien.
El Kizombero Controlador
Si soy un chico muy controlador, suelo tener un agarre más fuerte y dominante que suele incomodar a la chica. Suelo intentar marcar muy bien los pasos y los marco del principio hasta el final, queriendo que me salgan todos. Y si no sale alguno lo vuelvo a repetir. A veces, incluso, si no sale entera bien la figura, me enfado y me lo nota la chica.
Si soy una chica controladora, no me dejo llevar tan bien, y a la hora de dar clase, suelo hacerme los pasos sin esperar a que los marque el chico. En el social me frustraré si las marcas son poco firmes, si el chico no marca con seguridad y si no sale bien la figura. Alguna vez le diré que la repita hasta que salga bien del todo, y si no sale, le preguntaré qué quería que hubiera hecho. Puede que hasta se me note un poco que estoy molesta cuando le hable al chico.
Es muy gracioso cuando nos encontramos a este tipo de perfiles que solemos identificar casi en los primeros segundos de baile. Alguna vez hemos hasta pensado: “¡Madre mía, cómo tendrás que ser de mandón/a en tu vida diaria!”.
El Kizombero Inseguro
Si soy un chico un poco seguro, especialmente cuando estoy aprendiendo, esta forma de ser se acentúa más y lo expreso dudando en mis movimientos: no pisando firmemente; haciendo marcas que se quedan a la mitad. Miraré también mucho al suelo para ver que los pasos que doy y marco a la chica, están bien hechos; quizás por miedo a hacerle daño a la chica o molestarle con mi agarre, no acabe marcando bien y eso lo note cuando la chica a veces se pierde o se queda a medio camino sin saber qué hacer.
Si soy una chica insegura, esto lo expresaré mirando mucho al suelo; cuando me marque el chico algo que él no haga con sus pies dudaré de ello; cuando me empuje para avanzar, lo haré muchas veces “a trompicones”; le miraré a la cara cada vez que marque algo que no estoy acostumbrada, para ver “si era así” lo que tenía que hacer. No me notará mucho porque quizás tenga miedo de pesarle mucho o de poner una postura muy incómoda para él. A veces seguramente perderé la conexión (sobre todo al principio) porque no quiero pegarme a él y pueda pensar que me acerco mucho.
El Kizombero Cariñoso
Si soy un chico cariñoso, buscaré más la conexión, el bailar en el sitio, el sentir a la chica… Si soy yo, la chica, la que es cariñosa, de la misma forma buscaré o disfrutaré más el bailar “cerrado”, sintiendo más el cuerpo del chico, que el hecho de que me saque a hacer figuras. Disfrutaré más de una sesión lenta que de una más “cañera”.
Si soy un chico nervioso y súper activo entonces me encantará estar sacando a la chica, aunque la canción sea más lenta. Me gustará mucho hacerle figuras, levantar la pierna, rotarla, bajarla, volverla a subir, arrastre, caída, etc. Si soy una chica que se mueve mucho y que no puede parar, también me gustará que me saquen y me hagan figuras más complicadas. Y puede que se me haga un poco monótono el quedarme más de 5 minutos bailando en el sitio abrazados. De hecho, en cuanto noto como que me quiere sacar, ya salgo “flechada” a dar pasos.
El Kizombero Poco Afectuoso
Si soy un chico o chica que no le gusta mucho el afecto, entonces casi mejor que no bailes Kizomba 😛 No sabemos lo cómodo que estarás con este baile. ¡Es broma! Deberías probarlo igualmente, seguramente al principio optarás por una conexión más distante, pero si te gusta este baile, poco a poco seguro que irás cogiéndole el gusto a esa conexión de la que todos estamos enamorados.
El Kizombero Loco
Si eres una persona más “loca” o que “vive en su mundo” entonces si eres chico harás un poco lo que te diga la canción, pudiendo variar en cada momento, quizás sin seguir bien una pauta musical. ¡Seguro que te encanta el tarraxo de ahora! Si eres chica, destacarás por hacer poco caso a las direcciones que te hacen y muchas veces acabarás inventándote los pasos.
Tenemos que decir que esto pasa, sobre todo, al principio: cuando tenemos menos control de nuestro cuerpo, nuestra expresión corporal y nuestra interpretación musical. Conforme vamos evolucionando en nuestro baile, vamos conociendo mejor cómo se mueve nuestro cuerpo y lo que decimos con él. Y si seguimos avanzando, podemos llegar al punto en el que podemos bailar, expresando diferentes emociones a través de nuestro cuerpo, según lo que nos esté diciendo la canción en cada momento.
¿De qué forma puedes usar este artículo para progresar en tu baile? Si notas que algún perfil descrito se acerca o se puede acercar a tu forma de bailar, moverte, expresarte o marcar, puedes empezar a poner más atención en esos puntos que hemos descrito, para trabajarlos e intentar evitarlos al bailar Kizomba. Ahora bien, el baile de cada uno tiene que llevar su personalidad y su forma de ser (y eso no es negativo en absoluto), todos tenemos que bailar como estemos más a gusto y eso se acercará a nuestro estilo propio.
Usa lo que vayas detectando para ir creando tu estilo y reforzando tu personalidad en el baile.
Desde aquí os invitamos a que conozcáis estos estereotipos para que, lo primero de ello, seáis conscientes de ello, y en segundo lugar, cambiéis lo que queráis para que vuestro baile mejore.
Y tú, ¿qué perfil eres o te has encontrado alguna vez bailando?
*Fotos de Luxembourg International Kizomba Festival V – Fotógrafos: Andreea & Cristian Mitran
Deja una respuesta